domingo, 17 de enero de 2010

De recetas

RECETA PARA DISFRUTAR DEL AÑO 2010



Tome doce meses que estén bien maduros.

Vea que estén limpios de amargos recuerdos, de odio y rencores.

Límpielos cuidadosamente de pegajosa malevolencia y quíteles cualquier mancha de mezquindad y pequeñez.

Vea que en estos meses no quede nada del pasado y téngalos tan frescos y limpios como cuando salieron del GRAN ALMACÉN DEL TIEMPO.

Corte esos meses en treinta partes iguales. Esa cantidad rinde trescientas sesenta y cinco porciones.

No trate de cocinarlo todo a la vez, prepárelo día a día de la siguiente manera:


Ponga en cada uno de ellos:

12 partes de Fe
11 partes de Paciencia
10 partes de Entusiasmo
9 partes de Trabajo (no omita este ingrediente o echará a perder el gusto de su receta)
8 partes de Esperanza
7 partes de Fidelidad
6 partes de Libertad
5 partes de Amabilidad
4 partes de Descanso
3 partes de Oración
2 partes de Meditación
1 parte de Resolución Bien Seleccionada

Agregue:

Una cucharada de Espiritualidad, un poco de Esparcimiento, un poquito de Simpleza y una taza bien limpia de Buen Humor, añada a todo esto Amor al gusto, mezcle con una buena dosis de Energía.
Aderécelo con Sonrisas y un poquito de Júbilo....
después sírvalo con una salsa de Serenidad, Altruismo y Alegría.

¡Abrazos y felicidades!

Esta receta es de excelentes resultados en cualquier parte de la Tierra.


Aunque un poco tarde ¡FELIZ 2010!

viernes, 15 de enero de 2010

De la cebolla...y el ajo.

El día de ayer me enviaron un artículo sobre otra de las infinitas características curativas que tiene la cebolla y de la que yo no tenía la menor idea. Resulta que es una especie de absorbedora de virus, bacterias y todos esos bichos causantes de las enfermedades. Solo ponla junto a tí en tu recámara, en tu sitio de trabajo o en cualquier lado cuando haya por ahí la posibilidad de un contagio...o aunque no lo haya, debe ser entera, en cualquier recipiente y si quieres con una pequeña hendidura en la parte superior o tal cual, sin pelar.

Cuentan en el artículo que absorbe todo lo que ande por ahí y que nos pueda dañar y al final, ¿qué tenemos que perder? Unos cuantos pesos en cebollas.

Ah, el ajo tiene las mismas propiedades, así que a usarlos y no permitir que los bichos microscópicos ( y los vampiros ) se nos acerquen.

Prometo ya no alejarme por tantísimo tiempo. Estaré pendiente de lo que me encuentre por ahi para compartirlo con ustedes. Nos veremos pronto.